«Es hora de hacer un debate serio sobre qué hacer con los canales que se construyeron para sacar el agua de determinadas zonas pero que están causando mucho daño a otra vasta región de nuestra provincia», reclaman los productores que no desconocen que la situación genera conflictos entre los mismos chacareros «desde hace décadas». Los tapones está claro que generan rispideces, «lo que ya ocurrió con productores de aguas arriba, que también tienen sus válidas razones» para molestarse por las obstrucciones.
«La discusión se repite desde hace años porque cuando a los agrícolas que están cauce arriba les llueve mucho y están una semana con agua, el Estado siempre les da una solución y nosotros pasamos dos años de sequía y no nos ayudaron a mitigar el problema», cuestionó Matías Lafuente, productor ganadero de la zona de Enrique Úrien. «La mirada siempre al productor ganadero es la última opción», sentenció.
El canal que registra la mayor cantidad de taponamientos es el del Río Muerto-Las Colonias en su paso por el departamento de San Lorenzo, además de los aliviadores. Los productores tienen construidos tapones para limitar la circulación del poco caudal de agua que corre, «encapsulando» el vital líquido para bebida de los animales. El caso es que la obstrucción retiene agua que no solamente es aprovechada por el propietario del campo que es atravesado por el canal. El líquido acumulado es utilizado también por otros vecinos de la zona que desde hace varios meses realizan acarreo debido a que sus reservorios están secos y no ocurrieron lluvias abundantes para la recarga.
«Les di llaves del candado de la tranquera a los vecinos para que entren y saquen el agua que estamos reteniendo mediante el taponamiento», afirma Matías Lafuente, que tiene su campo en el área de los lotes 11 y 12 de Enrique Urién. Por el campo de Lafuente pasa el río Muerto-Las Colonias y es en ese curso donde se efectúa uno de los tantos retenes.
CRÓNICA DE UNA INTERMINABLE SEQUÍA
«Es constante desde hace dos años correr todos los días en búsqueda de agua porque los animales tienen sed y con los chaparrones que están ocurriendo en estas últimas semanas la recarga de las cañadas o represas no alcanza para muchos días», menciona Lafuente.
Las precipitaciones están registrándose casi semanalmente «y aliviaron al sector pero la problemática de la escasez del recurso hídrico continúa, generando una coyuntura compleja para el sector ganadero». En las postales antagónicas del Chaco productivo, en la región Este, las aguadas se han recargado y en los campos cercanos a riachos y ríos se debió evacuar animales por la inundación provocada por los desbordes. En otras zonas, como el departamento de San Lorenzo, aún se ven a productores con acoplados con tanques transportando agua para tratar de sostener a sus rodeos.
OBRAS POR FUERA DE LA PROYECCIÓN ESTATAL
El vital líquido los productores de la zona lo están obteniendo de la retención que Lafuente como otros productores de la jurisdicción de Enrique Urién realizan mediante taponamientos en el Río Muerto-Las Colonias o los canales aliviadores. En el caso de Matías Lafuente, por su campo pasa el río mencionado, y por obras que realizaron en forma particular, profundizando el lecho y construyendo muros, pudieron con las pocas precipitaciones de los últimos dos años, acopiar agua. La misma medida fue adoptada por otros chacareros del área por cuyas chacras también pasa, por ejemplo, el llamado canal aliviador.
Los productores son conscientes de que las obras ejecutadas no están contempladas dentro de las proyecciones del Estado que maneja el escurrimiento a través de la Administración Provincial del Agua. «Es la forma que encontramos para retener agua y de esa manera nos estamos dando una mano entre todos los productores de la zona ya que los que hicimos los tapones permitimos que otros ganaderos tengan también disponible agua para sus animales», indicó Lafuente.
«Reconocemos que no están permitidos los taponamientos, no están contemplados en los papeles, pero todos los productores desde hace más de dos décadas realizan intervenciones para poder acumular agua ya que desde que se hicieron las obras de los bajos submeridionales todo se escurre, no queda retenido y las napas están cada vez más abajo», fundamenta el productor de Enrique Urién. «Es la única forma que tenemos para poder retener el agua», afirmó contundente.
Esperando respuestas
SÁENZ PEÑA (Agencia). «La idea es que se logre un manejo del agua en todos los canales, no solamente en el del Río Muerto-Las Colonias, para que se pueda también mantener la humedad que permiten que las napas la absorban y nos podamos proveer de agua subterránea», indicó Matías Lafuente. Los productores aseguran que expusieron en varias oportunidades la situación a la Administración Provincial del Agua, «pero hasta ahora nunca fueron escuchados».
«Ellos buscan el saneamiento, que se entiende porque se trata de aliviar la problemática de otros sectores cuando ocurren abundantes lluvias, como el agrícola, pero nos perjudican a nosotros los ganaderos», insistió Lafuente. «La mirada debe ser para solucionar el problema de todos los productores de la zona porque si alguien tiene los recursos para construirse una represa está salvando su problema, pero no el de todas las unidades productivas que no pueden hacer esa inversión», agregó finalmente el productor de Enrique Urién.
Manejo de las aguas
SÁENZ PEÑA (Agencia). Los productores ganaderos que están aguas abajo de los cursos que desagotan el domo agrícola central consideran que «sacar toda el agua, causa mucho perjuicio al sector». «Todos sabemos que las lluvias en el Chaco son abundantes en el verano y escasas en el invierno y es en ese bache del déficit hídrico cuando se nos perjudica», refirió Matías Lafuente, que oficia de vocero de varios productores de la zona de Urién y Samuhú que aún hoy están necesitando transportar agua para sus animales y defienden la determinación de varios de construir obstrucciones en los cursos de los canales.
«El agravamiento de la problemática de la sequía nos hace plantearnos a todos los productores de la zona buscar la forma para que el agua no se escurra por completo, sino que podamos lograr obras de almacenamiento», indicó Matías Lafuente. Lo ideal es que cada unidad productiva tenga una infraestructura que le permita almacenar el recurso hídrico, pero eso implica una inversión de millones de pesos que, aseguran los productores de la zona, no la pueden hacer.
Vale agregar que en el área que se plantea la problemática, entre Samuhú y Enirque Urién en el departamento de San Lorenzo, las chacras que otrora fueron algodoneras se reconvirtieron en ganaderas «pero la mayoría de pequeña y mediana escala». «Al Estado recurrimos para tratar de ver si pueden ejecutar obras para acumular agua para estos momentos de déficit, entendiendo que la mejor forma es tratar de que el recurso que se traslada por el canal, mediante bordes o diques, quede en el curso», sugieren.
DIARIO NORTE.-
